Algunos de los libros que fuimos leyendo
En el área de Prácticas del Lenguaje comenzamos leyendo dos obras del escritor Mario Méndez: "El mostruo del arroyo" y "El aprendiz".
Es por ello que a continuación presentaremos las tapas de dichos libros y un resumen de los mismos. esperamos que les gusten y puedan leerlos.
Reseña.
El monstruo del arroyo. Este es el tema central de la novela. Muchas
veces
la gente llega a extremos muy lejanos con solo un pequeño rumor, así
como en esta historia donde por ejemplo se llega a usar este “monstruo”
como excusa hasta para situaciones políticas.Aunque el monstruo era tan
inocente como un niño, seguramente por eso será que dos chicos revelarán
este secreto.
La historia está narrada por el mismo “monstruo” el
cuál no lo es. Se lo solía llamar monstruo porque se veían movimientos
en una posada abandonada, La Margarita donde todas las tardes se veía un
bulto cargar leña adentro de la posada. Ese era el supuesto monstruo.
La
Margarita esta ubicada en un pueblo de provincia, Los Tepuales. Cierta
noche, un paisano vio una luz dentro de la posada y quiso descubrir que
había. Al rato entró a todo galope con su caballo gritando
-¡Un monstruo!, ¡Un monstruo!-. Desde aquella noche la vida de los muy supersticiosos tepualenses cambió drásticamente.
A continuación se detallan los personajes de la novela.
PEDRO
BASABILVASO: Era un chico de once años que creció con la idea de que el
monstruo era real y siempre que se acostaba pensaba que algún día
reuniría el valor suficiente como para revelar el secreto. Vivía con su
tía CATA, quien lo crío desde chico. A veces se sentía un poco raro
–como el monstruo- se decía a si mismo (Cap. 4, Pag. 23). Otras veces se
sentía solo –como el monstruo- se repetía (Cap. 4, Pag. 24).
MARILÍ:
una chica también de once años, quien se muda a Los Tepuales desde
Buenos Aires, era la mejor amiga de Pedro desde que le tocó sentarse con
el en el colegio. Los dos iban a sexto grado, ahí se conocieron. En
Buenos Aires los monstruos no existen en otro lado q no sean las
películas o la televisión… pero eso no fue impedimento para que Marilí
comenzará a creer en el habitante de La Margarita. Es ella la única
quien confiaba en el monstruo y quien lo defendió a toda costa hasta el
momento en donde se lo descubre realmente en el estacionamiento de la
Municipalidad.
RAÚL Y MARTA: Eran los padres
de Marilí, una pareja de médicos que vinieron desde Buenos Aires a
hacerse cargo del dispensario del pueblo. Raúl no creía, de hecho nunca
creyó en el fantástico habitante de Los Tepuales. Marta tampoco pero se
limitaba a quejarse en la Intendencia. Raúl llego a ir a la posada para
develar el secreto del monstruo pero no tuvo éxito… no encontró a nadie y
al regreso le robaron.
EL MONSTRUO: Habitaba la posada de La
Margarita, donde dormía sobre un colchón de cueros y paja. Todas las
tardes de invierno salía a recoger leña del bosque cercano…(Cap.2 Pág.
15) Quién sabe como aprendió a usarlas. Nadie en Los Tepuales sabía
exactamente como era su aspect
ADOLFO Y JOSÉ: Eran los dos cirujas
del pueblo. En esos tiempos nació la costumbre de dejarle “ofrendas” al
monstruo (Cap. 3 Pág. 19). Las ofrendas eran cosas tales como paquetes
de comida, velas encendidas, agua, alguna gallina… pero el monstruo ni
siquiera las notaba. Adolfo y José supieron aprovechar la situación y
estuvieron mejor alimentados que nunca. Los dos cirujas eran los
encargados de difundir en el pueblo las más espeluznantes noticias
acerca del monstruo. Decían que era maligno, hasta que los había
perseguido. José llegó a describirlo. En síntesis cuanto mas horrible
lo hicieran parecer mas ofrendas recibirían José y su compañero Adolfo.
EL
INTENDENTE: En ese momento estaba a cargo en Los Tepuales pero le tenía
muy poco afecto al trabajo y muy buen amigo de los negocios al igual
que su grupo de colaboradores. Se le ocurrió convertir al monstruo en la
excusa para cualquier problema del pueblo, por ejemplo cuando llegaba
el invierno y el gas comenzaba a escasear el Intendente declaraba que se
había visto al monstruo merodear entre las nuevas instalaciones de gas.
Los impuestos aumentaban, el gas seguía escaso y como por arte de magia
el astuto Intendente cambiaba su auto o remodelaba su oficina.
Llegando al final de esta reseña… ¿El monstruo es o no es un monstruo?
Esta es la pregunta que seguramente el lector se plantea a medida que avanza en la novela. La verdad es la siguiente:
Veinte años antes secuestraron a un matrimonio y a su pequeño hijo.
Los
raptores sufrieron un accidente automovilístico y no se supo anda mas
de ellos al igual que del matrimonio. El niño quedó abandonado en las
ruinas de La Margarita. El chico crecio en aquella cabaña asustado,
herido y mudo ya que todavía no habia aprendido a hablar y defendiendose
de los peligros como un animal salvaje. Al estar mas grande, cubierto
con trapos y cueros era muy fácil confundirlo con un monstruo.
De no
haber sido por Marilí todavía seguiría igual. Poco después de aquel
encuentro en el estacionamiento en la Municipalidad se presento en Los
Tepuales una de las abuelas del “monstruo”.
De esta manera recupero a
su familia con la cual aprendió a hablar, leer, escribir y pudo
estudiar para así contar esta historia ya que el narrador no es nadie
mas que el mismísimo Monstruo Del Arroyo.
Para Recordar: LOS MONSTRUOS VERDADERAMENTE EXISTEN, AUNQUE NO SEAN TAL CUALES LOS IMAGINAMOS…

Historia narrada por su protagonista, Saturnino o “Nino” como lo
llamaban en la Casa de Niños Expósitos, donde lo dejaron abandonado
apenas nacido.
De carácter inquieto, atrevido y voluntarioso, se ganó el cariño de
todos, en especial, del padre Venancio Torillas, quien se encargó de
enseñarle a leer y escribir, después de que Nino le insistiera mucho.
Ahí es cuando Nino se dio cuenta de que en algún momento iba a ser
escritor.
Debido a pequeños trabajos que realiza, conoce a Lucía, la hija de
don Diego Fuenlabrada, un aragonés que había hecho mucho dinero en la
colonias, y que espera casar bien a su hija. Por eso persigue a Nino
para alejarlo de ella, que está enamorándose de él.
A Nino le cambia la vida cuando deciden enviarlo como aprendiz del señor Hipólito Vieytes, en el periódico de este.
La historia de amor se desarrolla en medio de las luchas por las
Invasiones Inglesas y tiene su desenlace durante la gesta de mayo, ante
testigos de una nación que está por nacer.
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